
Este es un tema demasiado serio como para no concebir. De acuerdo a un artículo publicado Revista Mecánica Popular y a un grupo de científicos de American Medical Association estamos ante la posibilidad y derecho de actuar, antes del nacimiento de los hijos, sobre ciertas características, disposiciones o actitudes monogenéticas. En tal caso, es palpable que un adolescente tome conciencia de la manipulación prenatal de la cual fue objeto, y les pida cuentas a sus padres ya que van a ser los responsables de su perfil o diseño genético.
Los que se destina en el futuro es una sociedad en la que todos los fetos sean intervenidos por los padres y creados a su gusto, o sea, que todo van a ser manipulados genéticamente para crear un mundo sin enfermedades, sin niños con deformaciones, inteligentes, fuertes, pero también ausentes en sentimientos.
Pero este mundo perfecto, con seres física e intelectualmente inmaculados, solo esta reservado para unos cuantos. Porque en oposición a este va a existir un submundo perteneciente a la categoría de los no-validos, personas inferiores concebidas al gratificante modo tradicional y no pro el diseño genético en un laboratorio. Personas a las cuales la aplicación de las mismas técnicas creadoras de seres perfectos permite diagnosticar de antemano y con presición todas las miserias que sufrirán en el futuro como resultado de sus imperfecciones. Y, a causa de esas deficiencias van a ser ciudadanos de segunda clase a los que le esta vedado el acceso a privilegios reservados a la elite genética.
Ciertamente como padres queremos lo mejor para nuestro hijos y siempre queremos que sean perfectos, es por lo que podemos considerar dar una dotación genética en el imprevisible contexto de una sociedad tan avanzada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario